Los muros de casa.
Eduardo P. Mazas.
En mi más reciente visita a nuestros pueblos y comunidades de la entrada a la cuenca del Papaloapan, específicamente el Distrito de Santiago Choapam, conocí más historias que fracturan la hermandad entre nuestros pueblos y comunidades.
La carretera que conecta Santiago Choapam y San Jacinto Yaveloxi continua sin un puente, lo que representa un obstáculo para el desarrollo pleno de esta comunidad. Recordemos que esta carretera se construyó por la negativa de la comunidad vecina de Santa María Yahuivé de no permitir que conecten la carretera que llega a su comunidad con una brecha que llegue a San Jacinto Yaveloxi.
Una situación similar vive la comunidad de San Juan Teotalcingo, pues las comunidades chinantecas que lo rodean no permiten que esta comunidad acceda a la red de energía eléctrica. Esta resistencia de las comunidades pertenecientes a los municipios de San Juan Petlapa y San Juan Lalana obliga a la CFE en buscar que la distribución eléctrica suba desde Santiago Choapam. Esto eleva significativamente el costo de las obras de ampliación y retarda la llegada de la luz eléctrica a esta comunidad Chinanteca.
Mi relato busca invitar a la reflexión, las nuevas generaciones deben replantear las formas y el sentido en que nuestras autoridades toman decisiones. Buscar que esas decisiones no perjudiquen a las comunidades vecinas, que sean racionales y pensando en el bien común. Si no es mucho pedir.
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